Los obispos de América, se han reunido en el Brasil, para celebrar la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y El Caribe, bajo la luz del Señor Resucitado y la fuerza del Espíritu Santo, con el deseo de seguir impulsando la acción evangelizadora de la iglesia. María, Madre de Jesucristo y de sus discípulos ha estado cerca de ellos.
Su Santidad Benedicto XVI , nos ha confirmado en el primado de la fe en Dios de su verdad y amor.
Nos hemos sentido acompañados por la oración de nuestro pueblo creyente católico.
DISCURSO INAUGURAL DE SU SANTIDAD BENEDICTO XVI
1. La fe cristiana en América Latina
La fe cristiana está presente en nuestro continente desde hace cinco siglos, su encuentro con la cultura autóctona de cada una de las etnias, ha dado lugar a una rica cultura cristiana, expresada en el arte la literatura y la religiosidad popular.
La fe cristiana significa para nuestros pueblos el encuentro con el Dios anhelado, la alegría de saberse hijos de Dios y fortalecido por el Espíritu Santo. Este proceso no significa una alienación, sino más bien un encuentro que supone apertura de ambas partes y que finalmente nos lleva al conocimiento de la verdad, la cual unifica y se expresa en el amor.
2. Continuidad con las otras Conferencias
La presente conferencia constituye una continuidad con las cuatro anteriores. La iglesia acompaña al pueblo en su caminar, hoy lo que le preocupa es:
a) El fenómeno de la globalización, que debiendo regirse por la ética, pondrá todo al servicio de la persona humana creada a imagen y semejanza de Dios.
b) Formas de gobierno autoritarias, que con equidad gobiernen los pueblos.
c) Las Comunidades eclesiales, esta Conferencia espera promover una renovación y revitalización de la fe en Cristo nuestro único Maestro y Salvador y el amor infinito de Dios Padre.
3. Discípulos y misioneros
La iglesia del pueblo de Dios, tiene la tarea de custodiar y alimentar la fe. Para ser discípulos y misioneros de Jesucristo, tenemos que estar profundamente enraizados en Él.
Esta actitud no supone una fuga de la realidad, sino que más bien supone el conocimiento de Dios a través de su hijo, de un Dios con rostro humano que nos ofrece un amor infinito, esta es la realidad fundante de todas las realidades.
Cristo se nos da a conocer en su persona, en su vida, y en su doctrina por medio de la Palabra de Dios, por ello el conocimiento profundo de esta palabra es indispensable par ser misionero. Dándolo a conocer a través de la catequesis, la formación y la reflexión madura de la fe.
Los documentos básicos son:
El catecismo de la iglesia católica y el compendio de la doctrina social de la iglesia, haciendo uso no solo de los medios tradicionales, sino también los que hoy nos ofrece la modernidad (radio, televisión, Internet…)
4. “ Para que en él tengan vida”
La iglesia fiel a la palabra de Dios, esta orientada a la promoción de todo el hombre y de todos los hombres, a través de la justicia y del amor, de manera que la vida divina se desarrolle en la plenitud de la existencia humana: personal, familiar, social y cultural. El discípulo y misionero, tendrá además del pan de la Palabra, el pan de la Eucaristía como alimento indispensable.
La misa dominical
El encuentro de los cristianos con Cristo en la Eucaristía, suscita el compromiso de la evangelización, el deseo de anunciar el evangelio y testimoniarlo, promoviendo una sociedad más justa y humana, por eso todos debemos participar en la misa especialmente el domingo.
Los problemas sociales y políticos
La iglesia iluminada en la fe en Cristo, tiene una actitud, frente a los problemas sociales, políticos, de pobreza y de miseria de hoy. Considera que las estructuras justas son una condición indispensable para una sociedad justa. Estas solo serán posibles en un consenso moral de la sociedad sobre los valores fundamentales y sobre la necesidad de vivir estos valores, aun renunciando intereses personales.
El trabajo político, no es competencia de la iglesia, es más bien abogada de la justicia y de los pobres, es maestra de los grandes criterios y valores, orienta las conciencias y ofrece una opción de vida que va más allá del ámbito político. Los laicos católicos deben ser conscientes de su responsabilidad en la vida pública y estar presentes en los consensos y en la oposición contra las injusticias.
5. Otros campos prioritarios
La familia
Es patrimonio de la humanidad, escuela de la fe y maestra de valores humanos
y cívicos . Ella acoge al hombre desde que nace, es insustituible para la seguridad personal y la educación de los hijos.
El padre, la madre y los hijos, tienen una misión importantísima, para la realización de cada uno. Por eso se hace necesaria una pastoral familiar intensa y vigorosa, desgraciadamente hoy se encuentra amenazada, por diversas influencias externas y en nuestro medio por el machismo.
Los sacerdotes
El sacerdote es el primer promotor del discipulado y de la misión evangelizadora, por ello debe tener a Dios como fundamento y centro de su vida: ser un hombre de Dios, conocer y tener amistad con Cristo, viviendo a través de la gracia, animado por la fe, la esperanza y la caridad.
Religiosos, religiosas y consagrados
El testimonio de estos religiosos es importantísimo en el mundo de hoy, para anunciar el reino de Dios que ya ha llegado, que la justicia y la verdad son posibles, si nos abrimos a la presencia amorosa de Dios Padre, de Cristo y del Espíritu Santo.
El Papa agradece su trabajo y los exhorta a la obediencia y a la santidad.
Los laicos
Son también iglesia, por lo tanto deben tomar consciencia de que son con Cristo sacerdotes profetas y pastores, responsables de testimoniar en la sociedad los criterios del evangelio, siendo fermento del amor de Dios en comunión con sus pastores.
Los jóvenes
Deben ser amigos de Cristo, sus discípulos. Los jóvenes son sensibles a la llamada de Cristo, responden como sacerdotes, consagrados, padres de familia, sirviendo a sus hermanos con todo su tiempo y capacidad de entrega. Deben buscar a Dios con una profunda curiosidad sobre el misterio de la vida y comprometerse a una continua renovación del mundo a la luz de Dios, oponiéndose a las drogas, el placer y la violencia.
5. “Quédate con nosotros”
El papa hace una oración en base al versículo 29 del Cap. 24 de Lucas.
“Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado”. Pide por la iglesia, por nuestro cansancio, por las dificultades, pide que se quede en nuestros hogares y finalmente pide por los pobres y humildes, los indígenas y los afro americanos, por los niños, los jóvenes, los ancianos y los enfermos, rogándole al Señor, que se quede con nosotros.
Conclusión
El papa, implora a la Virgen María, en sus advocaciones de Guadalupe y de Aparecida, para que acompañe a esta conferencia y bendiga a los pueblos de este continente.
OPINIÓN
Es relevante la preocupación de su S.S. , por el anunció de la fe y la evangelización en la América Latina y el Caribe de hoy, al mismo tiempo es consolador su mensaje de cariño y adhesión para nuestros pueblos y especialmente para los más pobres y marginados.
Es también importante el mensaje para cada una de las instituciones que conforman el pueblo de Dios y en especial de la familia, para que convencidos de que Cristo es la vida verdadera, anunciemos y demos testimonio de nuestra fe.
DOCUMENTO CONCLUSIVO
1.18. Los obispos piden la asistencia de María, Madre de Jesucristo para seguir la acción evangelizadora de la iglesia, testimoniando a Cristo, camino verdad y vida.
Reconocemos la presencia, las enseñanzas y la fe que el Papa nos ha prodigado en esta Conferencia.
Reconocimiento al pueblo católico latinoamericano quien encontró en Cristo la vida.
La iglesia a través de su historia ha experimentado luces y sombras, pero lo decisivo es siempre la acción santa del Señor.
Agradecimiento por los dones ( belleza, fecundidad, riqueza de las personas y sobre todo el don de conocer a Jesucristo.)
Las mayores riquezas son la fe en Dios Amor y la tradición católica en la vida y cultura de nuestros pueblos, la cual es un cimiento fundamental de identidad, originalidad y unidad de América Latina y el Caribe, donde abunda el pecado, pero sobreabunda la gracia.
La V Conferencia, es una continuación del Concilio Ecuménico Vaticano II y de las cuatro conferencias anteriores, reconociendo la acción del Espíritu. Su tarea es custodiar y alimentar la fe del pueblo de Dios, recordando a los fieles, que por su bautismo están llamados a ser discípulos y misioneros. La iglesia debe repensar y relanzar con fidelidad y audacia su misión en las nuevas circunstancias, confirmando, renovando y revitalizando la novedad del evangelio a partir de un encuentro personal y comunitario con Jesucristo.
Al celebrar muchos de nuestros pueblos el bicentenario de su independencia, el desafío de la Iglesia es el de revitalizar nuestro modo de ser católico, de manera que la fe cristiana arraigue profundamente en el corazón de las personas y los pueblos, como acontecimiento fundante y encuentro vivificante con Cristo.
Estamos sustentados en el amor recibido del Padre, por Jesucristo, y por la unción del Espíritu Santo, nada nos desanima, la iglesia es capaz de promover y formar discípulos y misioneros que anuncien con alegría y gratitud el don del encuentro con Jesús. Y queremos dar un nuevo impulso a la evangelización.
El amor del Padre, la participación en el misterio pascual con Cristo y la fuerza del Espíritu Santo es la fuente de nuestra alegría que no es pasajera sino más bien la plenitud y el gozo de conocerlo y de anunciarlo.
PRIMERA PARTE
LA VIDA DE NUESTROS PUEBLOS HOY
19. Este documento hace uso del método: Ver, Juzgar y Actuar. Ver quiere decir contemplar a Dios con los ojos de la fe: palabra revelada y sacramentos; juzgar según Jesucristo y actuar desde la iglesia en la propagación del reino de Dios.
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LOS DISCÍPULOS MISIONEROS
20. 22. Nuestra realidad de luces y sombras no nos desconcierta aunque nos aflige, porque tenemos a Cristo que nos acompaña.
Las peregrinaciones de hoy y las de los que buscaban a Juan en el Jordán son semejantes en la esperanza de encontrar al Mesías. Cuando uno lo halla su vida adquiere plenitud a pesar de las dificultades, nunca olvida el encuentro decisivo con Jesús, que los llena de luz, fuerza y esperanza. El es el camino, la verdad y la vida y somos conscientes de que Cristo, el Dios de rostro humano es nuestro verdadero y único salvador.
1.1 Acción de gracias a Dios
25.26. Bendecimos a Dios por ser instrumento de su reino, para servir y cuidar.
Bendecimos a Dios por la naturaleza creada. Damos gracias a Dios, por el don de la Palabra, porque nos ha hablado, como amigos, por la Eucaristía, por los dones que nos da, por el Sacramento del Perdón, por el regalo de su Madre Santísima.
1.2 La alegría de ser discípulos y misioneros de Jesucristo.
27.28. La Iglesia de hoy debe vivir como iglesia samaritana, encarnando por la fe, la solidaridad, misericordia, alegría y justicia; valores transmitidos por nuestros ancestros. La creación, fue buena, procedemos de un designio divino de sabiduría y amor; el pecado manchó esta belleza, por Jesús el hombre ha sido recreado y hecho hijo de Dios.
1.3 La misión de la iglesia es evangelizar
29.32 Dios nos ama tanto que nos ha dado a su hijo, nosotros como discípulos de Jesús, debemos proclamar el evangelio que es Cristo mismo. Somos portadores de buenas noticias, no de desventura. La iglesia debe cumplir su misión según las actitudes de Jesús, que se hizo pobre, servidor y obediente. En la generosidad del misionero, vemos la generosidad de Dios.
En el rostro de Jesús muerto y resucitado, doliente y glorioso, podemos ver por la fe el rostro humillado de muchos hombres y al mismo tiempo su vocación a la libertad de los hijos de Dios, a su dignidad y a la fraternidad.
La alegría del encuentro con Jesús, vencedor del pecado y de la muerte, queremos que llegue a todos los hombres, especialmente a los pobres. La alegría del discípulo es la certeza que brota de la fe, que llena el corazón y nos lleva a anunciar la buena noticia del amor de Dios.
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MIRADA DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS SOBRE LA REALIDAD
2.1. La realidad que nos interpela como discípulos y misioneros.
33.42 En América Latina y el Caribe se operan cambios profundos, debemos discernir los signos de los tiempos a la luz del Espíritu Santo, para construir el Reino, anunciado por Jesús. Los cambios tienen un alcance global: globalización. La ciencia y la tecnología, genéticamente manipulan la vida de los seres vivos y las comunicaciones se han desarrollado vertiginosamente entre otras cosas.
Estos cambios afectan la vida del hombre en todos sus aspectos, incluyendo la religión. Es importante conocer como afecta la vida, el sentido religioso y ético de nuestros hermanos, hoy interpelados por nuevos lenguajes del dominio técnico.
La realidad se ha vuelto opaca y compleja para el ser humano lo que nos llama a la humildad para verla. Es difícil percibir la unidad de todos los fragmentos dispersos que nos da la información política, científica, económica o artística. Al percibir esta fragmentación la persona se siente frustrada: la realidad social, resulta demasiado grande para el hombre.
Esta situación ha provocado una crisis de sentido, de aquel que da unidad a todo lo que existe y que nos sucede en la experiencia , que los creyentes llamamos sentido religioso, expresado en nuestras tradiciones religiosas. Ejemplo La devoción Mariana.
La tradición religiosa se debilita, los medios de comunicación presentan nuevas imágenes y atractivos fragmentados, carentes de sentido unitario, que solo nos distrae. La falta de información se llena con más información retroalimentando la ansiedad del hombre.
Lo anterior da lugar a que nuestras tradiciones culturales ya no se transmitan de una generación a otra con la misma fluidez que en el pasado, afectando la experiencia religiosa. La familia ya no juega el papel de antes, como vehículo de transmisión de la fe, los medios de comunicación han invadido el hogar desplazando la sabiduría de las tradiciones por la información, la distracción etc. El hombre busca una experiencia de sentido que llene su vida.
La ideología de género; escoger su orientación sexual, debilita y menoscaba la familia. Ha dado lugar a modificaciones legales en contra del matrimonio, de la vida y de la familia.
Necesitamos ser discípulos dóciles, con celo misionero para llevar el mensaje de Cristo al corazón mismo de la cultura.
2.1.1. Situación socio - cultural
43.59 La realidad social hoy está caracterizada por la globalización. La variedad de las culturas latinoamericanas, constituye una fuente singular de riqueza.Lo que se anhela es que esta diversidad pueda converger en una síntesis que envolviendo la variedad de sentidos sean capaces de proyectarla en ese destino histórico..
La ciencia y la técnica puesta al servicio del mercado, crea una nueva visión de la realidad, imponiéndose como una auténtica cultura (sentido estético, felicidad, lenguaje)
destruyendo la vida verdaderamente humana de los procesos culturales, basados en el intercambio personal y colectivo.
Se tiende a imponer una cultura homogenizada, artificial, caracterizada por el individualismo y la indiferencia por el otro. Las relaciones humanas se consideran objeto de consumo, sin compromiso responsable.
La exagerada importancia a los derechos individuales y subjetivos, en desmedro de los derechos sociales, culturales y solidarios, que perjudican especialmente a los más pobres. La situación de la mujer: niñas, adolescentes y adultas sometidas a diversas formas de violencia, a desigualdades en el trabajo, la política y la economía y a explotaciones diversas.
La modificación de los roles tradicionales de varones y mujeres, que a veces les conducen por caminos equivocados.
La publicidad y el mercado crean en los niños, jóvenes y adultos el deseo de una felicidad, inmediata y que se pretende alcanzar en el bienestar económico y en la satisfacción hedonista haciéndolos: individualistas, pragmáticos, narcisistas, para ellos cuenta el presente el pasado no tiene importancia, el futuro es incierto, no tienen valores ni instancias religiosas, por lo tanto tenemos personas nuevas en su manera de pensar, sentir y relacionarse. Productores y actores de la nueva cultura.
A pesar de todo hay algo bueno, el valor fundamental de la persona, de su conciencia y experiencia, la búsqueda del sentido de la vida y la trascendencia que abre nuevos horizontes, adquiere un valor renovado en el reconocimiento de Dios hecho Hombre.
Por un lado se promueve el acceso a los bienes y paradójicamente se niega a las grandes mayorías los bienes básicos para vivir como personas.
El valor del testimonio de la vivencia en la Fe, es muy importante para lograr un punto de contacto con las personas y con la sociedad.
América Latina y el Caribe nos presentan una diversidad cultural muy rica: Culturas Indígenas ligadas a la tierra, Culturas Afroamericanas caracterizadas por su expresividad corporal, arraigo familiar y el sentido de Dios. La cultura Mestiza que sintetiza las múltiples culturas originarias. Estas culturas constituyen una respuesta a los antivalores de la cultura globalizada, nos ofrecen valores como: comunitarismo, valoración de la familia, apertura a la trascendencia y solidaridad; Son dinámicas y están en interacción constante.
La cultura urbana, es híbrida, dinámica y cambiante. La suburbana está constituida por los cinturones de miseria alrededor de las ciudades, producto de las migraciones de población pobre. En ambas culturas los problemas son complejos.
Por otro lado comunidades de migrantes: cristianos y de otras religiones, han aportado cultura y tradiciones. Asumir la diversidad cultural es un imperativo.
2.1.2.- Situación Económica
60.73 La globalización según la visión del Papa es un logro de la familia humana, favorece las nuevas tecnologías, los mercados y las finanzas, por lo tanto el crecimiento de la economía, de la ciencia y el desarrollo del conocimiento y la comunicación.
Sin embargo comporta el riesgo de grandes monopolios y el lucro como valor supremo.
La globalización posee grandes dimensiones, sin embrago la dimensión económica se sobrepone y condiciona a la vida humana: Considera a la eficacia y la productividad como valores de todas las relaciones humanas, desconociendo lo mas importante de la vida del hombre: la verdad, la justicia, el amor y la dignidad.
La globalización privilegia el lucro y la competencia, concentra el poder y las riquezas y sobre todo la información y los recursos humanos, excluyendo a los no capacitados e informados, por eso hoy la pobreza es pobreza de conocimiento y del uso y acceso de nuevas tecnologías.
Pequeñas y medianas empresas son vulnerables, por su fragilidad económica y financiera; además el empleo que pueden ofrecer es precario si el estado no las protege, corren el riesgo de ser absorbidas por los grandes consorcios.
Hacemos un llamado para promover una globalización marcada por la solidaridad, justicia y el respeto a los derechos humanos: América Latina y el Caribe, continente del amor. Los excluidos de este mundo globalizado son: Indígenas, afroamericanos, mujeres, jóvenes, niños prostituidos, migrantes, Campesinos, enfermos, ancianos, drogadictos…etc.
Las instituciones financieras y trasnacionales subordinan las economías locales.
Los tratados de libre comercio (entre países con economías asimétricas) no benefician a los países más pobres.
Los derechos de patente sobre la vida en todas sus formas, son una exigencia intolerable, como también la manipulación genética.
A pesar de la inflación controlada y de cierta estabilidad macroeconómica, los países se ven limitados por el financiamiento. El sistema financiero concentra a la riqueza, busca el lucro inmediato, según la doctrina de la iglesia la empresa está llamada a asumir una responsabilidad social empresarial orientada al desarrollo global y solidario del hombre y de la sociedad.
La corrupción en el sector público y en el privado es alarmante. La corrupción ligada al narcotráfico, al narconegocio destruye la sociedad y la economía. El subempleo (42%) y el desempleo ( 9%.)Empleo informal, subcontratación, salarios bajos y desprotección de la seguridad social. origina una pobre calidad de vida.
Los sindicatos están limitadísimos. Se enfrenta esta situación por medio de micro finanzas, economía local solidaria, comercio justo.
Grandes latifundios para unos pocos, campesinos sin tierra. Demanda de una reforma agraria, espera de los resultados de los tratados de libre comercio, manipulación de la droga,… etc.
El proceso de movilidad humana dentro y fuera de los países, originada en la situación económica, falta de oportunidades o violencia, afecta en la vida personal, familiar y cultural, supone perdida de capital humano calificado. Tráfico de personas y prostitución. Situación de refugiados, por otro lado las remesas de los emigrantes son importante fuente de recursos: bienestar y movilidad ascendente.
2.1.3.- Dimensión Política
74.82. Se observa un progreso democrático, pero que en ocasiones derivan en regímenes autoritarios, neo populistas.
La sociedad civil y nuevos actores sociales están tomando conciencia de su poder y de sus posibilidades. Organismos de NU y ONGES, ayudan en este cometido, sin embargo algunas veces no cumplen sus objetivos.
Se aprecia un esfuerzo de los estados, por desarrollar políticas de promoción y apoyo en todos los campos (salud, educación, vivienda, tierra, empleo y leyes).
La corrupción en la sociedad y en los poderes del estado, genera desconfianza y falta de credibilidad en las instituciones públicas. En los jóvenes desencanto por la política y por la democracia.
Crecimiento de la violencia: Crimen organizado, narcotráfico, grupos paramilitares, violencia juvenil, e intra familiar.
Legislaciones injustas, debido a que los parlamentarios no escuchan ni dialogan.
Aumento de la represión y violación de los derechos humanos, de la libertad religiosa, de la expresión y de la enseñanza, en algunos estados.
En algunos países acuerdos de paz, en otros continúa la lucha armada, con la presencia del narconegocio que dificulta soluciones.
Creciente voluntad de integración regional con acuerdos multilaterales apoyada por la cultura, la lengua y la religión. Globalización de la justicia en el campo de los derechos humanos y los crímenes contra la humanidad.
2.2.4 Biodiversidad, Ecología, Amazonía y Antártida.
83-87. América Latina posee una rica biodiversidad y sociodiversidad, las personas poseen conocimientos de sus recursos y del valor medicinal de los mismos. Hoy estos conocimiento son objeto de apropiación intelectual ilícita, la biodiversidad y la naturaleza son agredidas y la población no tiene capacidad de decisión sobre ellas. (el agua). El Papa pidió a los jóvenes en Sao Paulo un mayor compromiso y acción para defender la Amazonía y dignidad de sus pueblos; la cual está siendo amenazada por propuestas de internacionalización, so pretexto de agresión del medio ambiente. Los pobladores reclaman su reconocimiento y legalización.
Por otro lado el retroceso de los hielos tanto el Ártico, como en el Antártico, afecta la fauna y la flora de ese ecosistema.
2.1.5. Presencia de los pueblos indígenas y afroamericanos en la iglesia.
88- 97. La población está constituida: 1) Raíz, indígena.2) Raíz afroamericanos 3) Europeos pobres (desde S.XVI) 4) Inmigrantes de todo el mundo. La mezcla de sus culturas originó el mestizaje social y cultural. Los indígenas y afroamericanos son pobres y excluidos. La Iglesia los acompaña en sus luchas por sus legítimos derechos.
Tanto indígenas como afroamericanos se ven amenazados física, cultural y espiritualmente; sus tierras invadidas, atacada su identidad, su supervivencia, sus lenguas y culturas, incluso su religión y costumbres. Hoy, indígenas y afroamericanos, al emerger en la sociedad, constituyen un Kairós, para profundizar el encuentro de la Iglesia con los despreciados y olvidados, tomando en cuenta su cosmovisión, sus valores y sus identidades que constituyen un bastión ante las estructuras de pecado de la sociedad moderna. Sus valores han sido enriquecidos por la evangelización. La Iglesia los alienta a la participación en la vida eclesial: propone traducción de la Biblia y textos litúrgicos a sus idiomas, y fomenta vocaciones de sus comunidades.
La pastoral de la iglesia exige anunciar a Jesucristo, denunciar situaciones de pecado, fomentar el dialogo intercultural, interreligioso y ecuménico, basados en el encuentro con Jesucristo, para que sean discípulos y misioneros. Debemos superar situaciones de exclusión especialmente racial de afroamericanos y valorar su cultura, apoyando a las comunidades que están ya en ese camino.
2.2. Situación de nuestra Iglesia en esta hora histórica de desafíos.
98-100. La Iglesia católica ha dado testimonio de Cristo, anunciando su Evangelio, brindando su servicio de caridad, particularmente a los más pobres, promoviendo dignidad, justicia y reconciliación. Ha sufrido persecución y muerte en esta tarea.
Los frutos de esta tarea son:
a) Aumento del conocimiento de la palabra de Dios y amor por ella.
B) Renovación litúrgica: contribuyó a la celebración gozosa de la Eucaristía. Devoción Mariana. Esfuerzos por inculturar la liturgia a los pueblos indígenas. Vigilancia de las verdades de la fe.
c) Aprecio del pueblo por sus sacerdotes. Pastoral sacerdotal. Diaconados permanentes. Movimientos eclesiales. Vocaciones a la vida consagrada.
d) La entrega de misioneros, que desarrollan su labor evangelizadora y de promoción
humana.
e) Crecimiento de la renovación pastoral de las parroquias, encuentro con Cristo vivo, movimientos eclesiales y comunidades evangelizadoras, pastorales de familia, de la infancia y juvenil.
f) La Doctrina Social de la Iglesia, riqueza invalorable, base para iniciativas laicales en todo sentido. Pastoral Social; Voluntariado, Pastoral de la Comunicación Social.
g) La diversificación de la organización eclesial, ha dado lugar a una pastoral orgánica, para servir mejor a los fieles: diálogo ecuménico y escuelas. Se manifiesta en la oración y búsqueda de Dios.
Sombras de la Iglesia
a) En relación al crecimiento poblacional el aumento del clero y de religiosos y religiosas es cada vez menor.
b) Debilitamiento de la vida cristiana, retrocesos respecto al Vaticano II; ausencia de obediencia a la autoridad, infidelidades a la doctrina, poco compromiso con los pobres
c) Escaso acompañamiento a los laicos. Falta de ardor y métodos creativos en la evangelización. Espiritualidad individualista. Relativismo ético y religioso. Pobre aplicación de la doctrina social.
d) Pastoral no renovada en su lenguaje, en referencia a la cultura actual y de los jóvenes. Frente al desmedro de la familia como transmisora de fe, la Iglesia no ha asegurado su presencia en universidades ni en medios de comunicación.
e) Insuficiente número de sacerdotes, en consecuencia lugares donde la Eucaristía no tiene lugar. Falta de solidaridad. Carencias en la pastoral penitenciaria y de menores infractores, de migrantes e itinerantes.
f) Pérdida del sentido trascendental de la vida de muchas personas, que abandonan la iglesia y van a otros grupos religiosos.
g) No se han precisado diferencias en los distintos grupos religiosos por su doctrina y sus actitudes. El diálogo ecuménico es a veces difícil.
h) Algunos católicos se han apartado de la iglesia por sus exigencias de amor , entrega, solidaridad, por falta de valentía, persistencia y docilidad a la gracia.
La Iglesia implora la misericordia de Dios.
OPINION
Los obispos reunidos en Aparecida han observado y analizado con objetividad y verdad a la luz de la fe la realidad de nuestra región, sociocultural, económica, política, ecológica y poblacional; y de la Iglesia; de manera que sea base y punto de partida para preparar y organizar una nueva evangelización enfrentando los desafíos de hoy. Este trabajo es rico e importante y seguramente dará sus frutos.
SEGUNDA PARTE
LA VIDA DE JESUCRISTO EN LOS DISCÍPULOS MISIONEROS
3
La alegría de ser discípulos misioneros
101-105. Nos preguntamos ¿Cómo vamos a saber el camino? Jesús nos dice Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Jesús, es el verdadero Camino. La fe en Jesús, Hijo del Padre, es la puerta a la Vida. Con Pedro confesamos: “Tus palabras dan vida eterna”;Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”.
Jesús, palabra hecha carne, verdadero Dios y verdadero Hombre, prueba del amor de Dios a los Hombres, es el Salvador, por su pasión y resurrección. Quién conoce al Hijo conoce al Padre. Jesús, es evangelio de Dios y evangelizador.
Cómo hijos del Padre, escuchamos a Jesús, como discípulos sabemos que su palabra es Espíritu y Vida, con alegría proclamamos su evangelio de:
3.1 La buena nueva de la dignidad humana
104-105. Bendecimos a Dios, por la dignidad de la persona humana creada a su imagen y semejanza, por la inteligencia, la libertad, la capacidad de amar, por darnos la tarea de promover y proteger esa dignidad. Le agradecemos por el don de la fe. Por hacernos hijos suyos y por habernos redimido.
Porque los hombres y mujeres de estas tierras, trabajan en defensa de la dignidad de la persona, especialmente de los más pobres y los marginados.
3.2. La buena nueva de la vida
106-113. Alabamos a Dios, por el don maravilloso de la vida y por poder ponerla al servicio de los demás, con esperanza. Porque nos reconcilió por medio de su hijo. Por el Espíritu Santo y por la Eucaristía y por el valor de la vida humana.
Por el don de su hijo Jesucristo “rostro humano de Dios y rostro divino del hombre”. Bendecimos a Dios, porque todo hombre puede descubrir en la ley natural escrita en su corazón, el valor sagrado de la vida humana y su derecho a ser respetado, condición fundamental para la convivencia.
Ante una vida sin sentido Jesús nos revela la vida íntima de Dios: La comunión Trinitaria. Ante la desesperanza la resurrección y la vida eterna. Ante los bienes terrenales, Dios como valor supremo. Ante el hedonismo, entrega de la vida. Ante el individualismo, vivir y caminar juntos. Ante la despersonalización, identidades integradas. Ante la exclusión, defiende los derechos de los débiles y la vida digna de todo ser humano. Dios, es autor y dueño de la vida, el hombre es sagrado, desde su concepción hasta la muerte. “Yo he venido para dar vida…”
Ante la naturaleza amenazada, nos convoca cuidar la tierra.
3.3 La buena nueva de la familia
114-119 Se proclama en América Latina y el Caribe el valor de la familia “…Patrimonio de la humanidad…escuela de la fe, palestra de valores humanos y cívicos… acoge generosa y responsablemente…insustituible para la serenidad personal y la educación de los hijos”
Agradecemos a Cristo, porque nos manifestó que Dios es amor y optó por vivir en familia, dándole la dignidad de iglesia domestica.
En la familia la persona vive la experiencia del amor de Dios y de la fe; la recibe, la conserva, la transmite y la testimonia. Los padres son responsables de la formación integral de sus hijos.
Bendecimos a Dios por haber creado al varón y a la mujer de manera que busque el uno en el otro su reciprocidad y complementariedad. El amor conyugal es donación recíproca, fiel y exclusiva, fecunda, abierto a la vida y a la educación a los hijos. El Sacramento del matrimonio, es semejante al amor fecundo de la Trinidad. A través de la oración invocamos la presencia de Cristo para superar dificultades y abrirnos a la esperanza.
3.4 La buena nueva de la actividad humana
3.4.1 El trabajo
120-122. El trabajo nos hace partícipes de la tarea creadora de Dios y de servicio a los hermanos. Jesús el carpintero dignificó al trabajo y al trabajador, y por él se realiza como hombre. El trabajo unido a la oración nos lleva al progreso, a la santificación y a la construcción del reino de Dios.
El desempleo, la injusta remuneración y el no querer trabajar son contrarios al designio divino. El discípulo denunciará toda injusticia. El domingo es día de descanso.
Bendecimos a Dios por la promoción de iniciativas y proyectos generadores de trabajo y producción. La actividad empresarial es buena si respeta la dignidad del trabajador y el medio ambiente. Se pervierte si solo busca el lucro y atenta contra los derechos de los trabadores y la justicia.
3.4.2 La ciencia y la tecnología,
123-124. Alabamos a Dios por quienes cultivan la ciencia y la tecnología, la cual a pesar de producir bienes y valores que han contribuido a la humanidad no tiene respuestas a los grandes interrogantes de la vida, esta solo puede estar en la razón y la ética iluminadas por la revelación de Dios.
Hoy ningún conocimiento es completamente autónomo, lo cual da oportunidad a la teología para interactuar con las ciencias sociales.
3.5 La buena nueva del destino universal de los bienes y ecología.
125-º126. La creación es manifestación del amor providente de Dios, la cual debemos cuidarla y transformarla en fuente de vida digna para todos, por eso debemos atender las mutuas relaciones y el equilibrio entre la naturaleza y el hombre. Lo contrario es una ofensa al creador.
Respetamos la naturaleza promoviendo una ecología humana, abierta a la trascendencia que respeta a la persona, a la familia, los ambientes y ciudades, recapitulando todas las cosas en Cristo y alabando al Padre.
3.6 El continente de la esperanza y del Amor.
127-128. Agradecemos a Dios, porque la mayoría de los latinoamericanos están bautizados; porque alientan nuestra esperanza en la multitud de los niños, en los ideales de nuestros jóvenes y en el heroísmo de muchas familias, que aun en dificultades siguen siendo fieles al Amor. Le agradecemos la religiosidad de nuestros pueblos en la devoción a la Cruz y la Virgen María, a los Santos; y en el amor al Papa y a los pastores.
Reconocemos la vitalidad de la iglesia y su opción por los pobres. Alabamos al Señor por la comunión y comunicación de pueblos y culturas indígenas; porque mujeres, indígenas, afroamericanos, campesinos y habitantes de áreas marginales adquieren protagonismo, y en Cristo, pueden mirar el futuro con esperanza y alegría, construyendo el continente del amor.
4. La vocación de los discípulos misioneros a la santidad.
4.1 Llamados al seguimiento de Jesucristo
129-135. Dios padre nos llama a participar de su vida y de su gloria. El es un Dios de vivos. Nos habla por medio de su hijo Jesús, llamándonos a ser santos. Jesús, nos invita a encontrarnos con Él que es fuente de vida; este encuentro tiene dos condiciones especiales. 1. Cristo elige y llama a vincularse con Él. 2. Esta vinculación entraña asumir su estilo de vida y está expresada en la parábola de la vid y los sarmientos. Jesús se vincula como amigo y como hermano.
Compartimos la vida que viene del Padre y como discípulos vivimos en íntima unión con Él y en obediencia a la Palabra. Para producir frutos de amor, debemos intensificar nuestra fe y anunciar a Cristo. Nuestras respuestas a su llamado debe ser la del buen samaritano.
4.2. Configurados con el Maestro.
Ç136-142. El llamado de Cristo compromete radicalmente la libertad del discípulo a entregarse, porque Él es Camino, Verdad y Vida: “Te seguiré a donde quiera que vayas”
Para configurarnos con Jesús debemos asumir el mandamiento del amor, vivenciándolo a través de las bienaventuranzas del reino, el estilo de vida del mismo Jesús, su amor y obediencia al Padre, su compasión, su cercanía a los pobres, su amor servicial. Al identificarnos con Cristo tenemos que compartir su destino, como lo han hecho misioneras y mártires. María, es la imagen perfecta de configuración al proyecto Trinitario.
Los cristianos de América Latina y el Caribe se configuran con Cristo, encontrándolo en la escucha de su palabra, en la oración, en la Reconciliación y en la Eucaristía.
4.3. Enviados a anunciar el Evangelio del Reino de vida.
143-148 Jesús, con su muerte y resurrección nos trae el Reino de vida, el misterio pascual es obediencia y amor al Padre y entrega a los hermanos que sella la Nueva Alianza.
El discípulo anuncia el evangelio y lo cumple como parte integrante de su cristianismo que le impele a comunicar su encuentro con Jesús. En consecuencia el discípulo tiene que ser misionero y como Jesús encarnará el amor misericordioso del Padre, especialmente con los pobres y pecadores. Esta, misión lo conduce a la santidad que no es una fuga de la realidad, sino un compromiso con ella.
4.4 Animados por el Espíritu Santo.
149-153. El Espíritu Santo, acompaña a Jesús durante toda su vida, a partir de Pentecostés acompaña a la Iglesia. Por la eficaz presencia de su Espíritu, Dios asegura hasta la parusía su propuesta de vida para el hombre.
El Espíritu Santo es el Maestro que conduce al conocimiento de la verdad total formando discípulos y misioneros. Su obra se realiza a través de los Sacramentos.
5. La comunión de los discípulos misioneros en la Iglesia.
5.1. Llamados a vivir en comunión
154-163. En el encuentro a solas con Jesús, Él nos habla al corazón; este encuentro es indispensable con los discípulos, para vivir en comunión con la Santísima Trinidad y para su vocación comunitaria y misionera.
La fe nos llega a través de la comunidad eclesial, familia universal de Dios y vivimos la fe en una comunidad concreta. Los bautizados de América Latina, estamos llamados a vivir y a transmitir la comunión con la trinidad, la cual se nutre con el Pan de la Palabra y el Pan del cuerpo de Cristo en la Eucaristía, donde compartimos fe, esperanza, amor y servicio. Esta experiencia atrae a otros hombres.
La Iglesia, es comunión en el amor y vive la diversidad de dones del Espíritu en ejercicio de la misma.
5.2 Lugares eclesiales para la comunión
5.2.1 La diócesis lugar privilegiado de la comunión
164-169. Dios nos salvó formando un pueblo, la experiencia de fe se vive en una iglesia particular, siendo la comunidad esencial a la vocación cristiana. La iglesia católica existe y se manifiesta en cada iglesia particular en comunión con el obispo de Roma y debe estar en comunión con otras iglesias y con el Papa, renovándose constantemente en su vida y acción misionera, buscando a los bautizados y a quienes no creen en Cristo.
La diócesis presidida por el obispo es el primer ambiente de comunión y misión, teniendo en cuenta la variedad de carismas, ministerios servicios que se insertan activamente en la pastoral de cada diócesis.
5.2.2 La parroquia comunidad de comunidades
170-177. Las parroquias son células vivas de la Iglesia, están llamadas a ser casas y escuelas de comunión, con una acción renovada que dará sus frutos. Todos sus miembros son responsables de la evangelización.
La renovación de las parroquias exige reformular sus estructuras de manera que sea el espacio donde se recibe y acoge la Palabra, fuente dinámica del discipulado misionero, tanto en las grandes ciudades como en el mundo rural. Las parroquias deben convocar y formar misioneros laicos para responder a las exigencias actuales en todos los ambientes (trabajo, cultura, política, familia, etc.)
Cómo en las primeras comunidades, la comunidad parroquial se reúne a compartir el pan de la Palabra y la Eucaristía, la catequesis, la vida sacramental y la caridad.
La Eucaristía nos plantea la exigencia de una evangelización integral, a ejemplo del buen samaritano, comprometiéndose con los menos favorecidos en su dimensión trascendente y en sus necesidades concretas.
5.2.3 Comunidades Eclesiales de Base y Pequeñas comunidades
178 - 180 Las Comunidades eclesiales de base, son escuelas de vida que ayudan a formar cristianos comprometidos; son una célula inicial de estructuración eclesial y foco de fe y evangelización. Tienen la Palabra de Dios, como fuente de su espiritualidad y la orientación de sus pastores como guía, están comprometidos con los más pobres y son signos de vitalidad de la iglesia particular.
Junto a estas están las pequeñas comunidades de movimientos, de grupos de vida, de oración y de reflexión.
5.2.4 Las conferencias episcopales y la comunión entre las iglesias.
181- 183. Los obispos tienen como misión la comunión en sus iglesias particulares y con las otras iglesias diocesanas, que es un encuentro con Cristo vivo. En la Conferencia Episcopal disciernen solidariamente los problemas de la sociedad y de la Iglesia para orientar la pastoral de todas las Iglesias especialmente de las cercanas, estimulando relaciones de hermandad entre las diócesis y parroquias hermanas.
El CELAM, es un organismo eclesial de fraterna ayuda episcopal para la evangelización del continente, brinda servicios a muchos eventos y certámenes eclesiales.
5.3 Discípulos misioneros con vocaciones específicas.
184 – 185. El discípulo de Jesucristo por la fe y el bautismo, adquiere igual dignidad y puede vivir la santidad con su propio carisma; enfrentando los desafíos del mundo de hoy.: corrientes culturales, éxodo de fieles a otros grupos religiosos, escasez de sacerdotes, globalización, violencia, injusticia, cultura de muerte, etc.
5.3.1. Los obispos, discípulos misioneros de Jesús Sumo Sacerdote.
186 al 190. Los obispos junto con el Papa y bajo su autoridad aceptan la vocación de servir al pueblo de Dios, siguiendo a Jesús en la comunión de la Iglesia. Como pastores, somos conscientes de vivir el amor a Jesucristo y a la iglesia en la oración y a los hermanos en la donación promoviendo la caridad y santidad de los fieles, cultivando vínculos entre presbíteros y diáconos, siendo testigos cercanos y gozosos del buen pastor.
Debemos hacer de la Iglesia una casa y escuela de comunión, siempre abiertos al diálogo. Para crecer en estas actitudes tenemos que cultivar la espiritualidad y la unión con Cristo y promover la colegialidad. El obispo es testigo de esperanza y padre de los fieles especialmente de los pobres.
Todo el pueblo de Dios debe agradecer a los obispos eméritos y servirse de su experiencia apostólica.
5.3.2. Los presbíteros, discípulos misioneros de Jesús buen pastor.
5.3.2.1 Identidad y misión de los presbíteros.
191 – 200. Valoramos que la inmensa mayoría de los presbíteros vivan su ministerio don fidelidad, cultivando su espiritualidad centrada en la Palabra de Dios y en la Eucaristía. Los presbíteros hoy enfrentan desafíos diversos: 1º En relación a la identidad teológica del ministerio presbiteriano. Según el Concilio Vaticano II, el presbítero es un don para la comunidad, por la unción del Espíritu y por su especial unión con Cristo Sumo Sacerdote. 2º Referido al ministerio del presbítero inserto en la cultura actual. Este debe conocerla para que el mensaje de Cristo llegue realmente a los fieles especialmente a los jóvenes; para ello su formación debe ser humana, espiritual, intelectual y pastoral. 3º Referido a los aspectos de la vida y los afectivos: celibato y espiritualidad fundada en la experiencia personal con Dios y en la comunión con los hermanos especialmente con el obispo y los demás presbíteros. Además debe ser hombre de oración maduro en su elección de vida por Dios. Debe valorar el celibato, como un don y asumir con madurez su propia afectividad y sexualidad, viviéndolas con serenidad y alegría en un camino comunitario. Otros desafíos son: parroquias grandes, parroquias muy pobres, de extrema violencia, etc.
Una profunda experiencia de Dios debe llevarlo a la vivencia de la misericordia y la compasión con su pueblo, expresado en la administración del sacramento de la reconciliación.
Las iglesias particulares deben establecer relaciones de fraternidad y colaboración con los presbíteros a fin de apoyarlos en su ministerio.
5.3.2.2 Los párrocos animadores de una comunidad de discípulos misioneros
2001 -204. La nueva parroquia exige que el párroco sea un auténtico discípulo de Cristo y un ardoroso misionero, pero necesita que los laicos se sientan responsables de los discípulos y de la misión, su integración con ellos es esencial para el éxito, en una parroquia, no debe existir la burocracia y todos sus organismos estarán animados por una espiritualidad de comunión misionera.
La parroquia debe trabajar intensamente con la iglesia doméstica, que es la familia y con los cristianos aislados fortaleciendo su dimensión misionera.
5.3.3. Los diáconos permanentes, discípulos misioneros de Jesús Servidor
205 – 208. Los diáconos permanentes son ordenados para el servicio de la Palabra, de la caridad y de la liturgia especialmente para el bautismo y el matrimonio y acompañar comunidades eclesiales donde no llega la acción evangelizadora de la iglesia. Debe insertarse en el cuerpo diaconal en fiel comunión con su obispo, los presbíteros y el pueblo de Dios. Deben recibir una adecuada formación humana, espiritual, doctrinal y pastoral para dar testimonio de Cristo.
5.3.4 Los fieles laicos y laicas, discípulos y misioneros de Jesús, luz del mundo
209 -215. Los laicos son cristianos que están incorporados a Cristo por el bautismo, hombres de la Iglesia en el corazón del mundo y hombres del mundo en el corazón de la Iglesia. Su misión se realiza en el mundo, con su testimonio y su actividad según los criterios del evangelio, participando así en la pastoral de la Iglesia. Para ello necesitan una formación sólida doctrinal, pastoral, espiritual y un adecuado acompañamiento.
Sin los laicos no habrá evangelización posible en nuestro continente. Los pastores conscientes de ello deben apoyar a los laicos en sus diversos movimientos y asociaciones.
Los Consejos parroquiales, diocesanos y nacionales tienen mucho valor para la comunión y participación en la iglesia.
5.3.5. Los consagrados y consagradas, discípulos misioneros de Jesús testigos del Padre.
216 – 221. La vida consagrada es un don del Padre por medio del Espíritu a su Iglesia. La vida monástica, contemplativa y activa, los institutos seculares, son camino especial de seguimiento a Cristo y de servicio a la humanidad, especialmente a los más pobres, en comunión con los obispos y los pastores.
Los religiosos dan testimonio de la primacía de Dios y de su reino, mediante la obediencia, la pobreza y la castidad.
En América Latina y el Caribe la vida consagrada es vida discipular de carácter místico, comunitario y misionero. Reconocemos que en estas tierras necesitamos de la vida contemplativa que con la oración infunda vida en la iglesia y en el mundo actual, y esperamos el testimonio y el aporte de las mismas. Él espíritu suscita nueva formas de vida consagrada con carismas y sentidos diferentes.
5.4. Los que han dejado la Iglesia para unirse a otros grupos religiosos.
La gente que sale a otros grupos religiosos lo hace por razones vivenciales, pastorales, metodológicos de nuestra iglesia, no doctrinales. Esperan encontrar respuestas a sus inquietudes y aspiraciones.
La iglesia católica necesita reforzar:
a) Experiencia religiosa: encuentro personal con Jesucristo
b) La vivencia comunitaria: comunidades fraternas que acojan y valoren.
c) Formación bíblico doctrinal: profundizar el conocimiento de la palabra de Dios y la fe.
d) Compromiso misionero de toda la comunidad.
5.5. Diálogo ecuménico e interreligioso
227 – 234. Diálogo ecuménico para que el mundo crea.
La relación con los hermanos bautizados de otras iglesias, es imprescindible para la unidad y por ende para el discípulo y misionero. El ecumenismo es una exigencia evangélica trinitaria y bautismal. Hoy se necesita una apologética renovada para que todos puedan participar de la vida de Cristo. Es necesaria la oración pública y privada, para llegar a un ecumenismo y por supuesto la acción del Espíritu Santo, que nos lleve al diálogo ecuménico de la vida, por lo que alentamos a todos los católicos a participar en este diálogo que disminuirá el proselitismo y promoverá el conocimiento recíproco, el respeto y el testimonio común. Los dos últimos Papas nos exhortan a esta actitud.
5.5.2 Relación con el judaísmo y diálogo interreligioso.
235 -239. Con el pueblo judío nos une la fe en el único Dios y su Palabra revelada en
el antiguo testamento. Por el Espíritu Santo la redención puede alcanzar a todos, promover esta salvación es una tarea de la Iglesia.
El diálogo interreligioso con las religiones monoteístas es una misión que Jesús nos confió dando testimonio de la fe, la esperanza y caridad. Por lo que debemos insistir a pesar de las dificultades, de manera que trabajemos en la construcción de una nueva humanidad, promoviendo libertad y dignidad de los pueblos superando violencia y fundamentalismo.
6
EL INTINERARIO FORMATIVO DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS.
6.1. Una espiritualidad Trinitaria del encuentro con Cristo
240- 242. El bautismo es el punto de inicio de la espiritualidad cristiana fundada en la Trinidad – Amor, que es unidad y comunión contraria al egoísmo; el amor de Dios Padre y la fuerza del Espíritu y la salvación del Hijo renuevan la creación. Esta prueba tiene un carácter de Kénosis. (Anonadamiento radical).
6. l. l El encuentro con Jesucristo
243 -245. Un encuentro de fe con la persona de Jesús nos convierte en discípulos. Al reconocer la presencia de Cristo fascinados lo seguimos, como Juan y Andrés; hoy como ellos preguntamos Maestro ¿Donde vives?
6.1.2 Lugares de encuentro con Jesucristo
246 – 257. Nos encontramos con Cristo: a) En la fe recibida y vivida en la Iglesia. b)En la Sagrada Escritura, camino de auténtica conversión de comunión y solidaridad; por eso es importante la pastoral bíblica. Una forma privilegiada de llegar a la Palabra es la Lectio divina o ejercicio de lectura orante. c) En la Sagrada Liturgia. d) En la Eucaristía, que es fuente de la vocación cristiana y misionera, por ello la importancia de vivir el precepto del domingo. e) El sacramento de la reconciliación. f) La oración personal y comunitaria. g) En una comunidad de fe y amor fraterno. h) En los pobres, afligidos, enfermos, discriminados.
6.1.3 La piedad popular como espacio de encuentro con Jesucristo
258 -265. La rica y profunda religiosidad de los pueblos de América Latina, es un espacio de encuentro con Jesús. Las fiestas patronales, novenas, rosarios, vía crucis, procesiones, cánticos del folklor religioso, cariño a los santos, a los ángeles, peregrinaciones; el peregrino vive la experiencia de un misterio, no solo de la trascendencia de Dios sino de la iglesia y que trasciende a su familia y a su comunidad.
La experiencia personal de espiritualidad de cada uno. En el reconocimiento del testimonio de María y de los santos para imitarlos. En la espiritualidad popular que es una expresión de la sabiduría sobrenatural, encarnada en la cultura de los sencillos.
En el Cristo sufriente, que les habla e su amor y su entrega. En María.
6.4 María discípula y misionera.
266 – 272 La Virgen María, es la discípula más perfecta del Señor, primer miembro de la comunidad de creyentes por su fe, colaboradora de los discípulos concibió, educó y acompaño a Jesús hasta la cruz entrando plenamente al misterio de la alianza. Como en la familia humana la iglesia se genera en torno a una madre María. María es la gran misionera, como imagen fidelísima del seguimiento a cristo, ella nos invita a la oración y al testimonio especialmente en el rosario, nos ayuda a mantener vivas actitudes de atención de servicio, de entrega y gratuidad.
6.1.5 Los apóstoles y los santos
273 -275. Sus vidas son lugares privilegiados de encuentro con Jesucristo; Pedro por la fe; Pablo evangelizador; Juan el mandamiento nuevo.
La especial devoción a José, esposo de María, virtuoso y sencillo.
En el testimonio cristiano de hombres y mujeres de nuestros pueblos, que nos brindan el ejemplo de su vida de santidad.
6.2 El proceso de formación
276 – 277. En la opción por la formación de discípulos y misioneros, así como Jesús formó personalmente a sus apóstoles con perseverancia, paciencia y sabiduría, basado en la dinámica de la persona y su ejemplo; “ Vengan y vean”, que promete la vida plena, los discípulos y misioneros de América Latina y el Caribe se comprometen y siguen el proceso de formación.
6.2.1 Aspectos de proceso
278. Son cinco aspectos fundamentales: a) El encuentro con Jesucristo y anuncio del Kerygma y la acción misionera. b) La conversión: respuesta. c) Discipulado: maduración. d) Comunión: comunidad. e) Misión: anuncio y construcción del reino.
6.2.2 Criterios generales
Una formación integral Kerymática y permanente
279. La misión de la formación es ayudar a los miembros a encontrarse con Cristo.
Interiorizando y desarrollando valores de identidad y misión cristianas. Éste comprende varias dimensiones, donde se basa el anuncio Kerigmático. El anunció se fundamenta en la presencia de Cristo resucitado.
6.2.2.2 Una formación atenta a formaciones diversas
280. Las diversas dimensiones se dan integradas a lo largo del proceso formativo. Estas son: a) Dimensión humana y comunitaria: madurez en el contacto con la realidad y abiertas al Misterio. B) Dimensión espiritual: experiencia de Dios manifestado en Jesús, conducido por el Espíritu. C) Dimensión intelectual, reflexión seria, estudio con la luz de la fe, la verdad, discernimiento, juicio crítico y diálogo. d) Dimensión pastoral: anuncio de Cristo, en su vida y en su ambiente.
6.2.2.3 Una formación respetuosa de los procesos.
281. La formación es un camino largo, es necesario ser respetuoso de los procesos personales y de los ritmos comunitarios aprobados por el obispo y contando con la presencia y la contribución de laicos.
6.2.2.4. Una formación que contempla el acompañamiento de los discípulos.
282 -283. De acuerdo a su peculiar vocación cada sector debe ser formado y acompañado: El obispo, enseña santifica y gobierna, los presbíteros cooperan con el obispo; los diáconos, son ayuda; los consagrados, en el seguimiento radical a Jesús; los laicos, en una perspectiva de diálogo y transformación de la sociedad.
6.2.2.5 Una formación en la espiritualidad de la acción misionera.
284 – 285. Se basa en la docilidad al impulso del Espíritu, que moviliza y transforma todas las dimensiones de la existencia, expresado en el trabajo, el diálogo y el servicio, configurando la vocación específica de cada uno. Cada vocación tiene un modo concreto y distintivo de vivir la espiritualidad.
6.3 INICIACIÓN A LA VIDA CRISTIANA Y CATEQUESIS PERMANENTE
6.3.1 Iniciación a la vida cristiana.
286 -288. Muchos creyentes no participan en la Eucaristía ni de los sacramentos, esta situación es un desafío, que debemos afrontar con valentía y creatividad, educando en la fe, poniéndonos en contacto con Cristo e invitando a su seguimiento, de manera que a través del Kerigma se tenga la oportunidad de fortalecer nuestra evangelización.
6.3.2 Propuestas para la iniciación cristiana
289 – 294. El proceso de iniciación debe comenzar por el kerigma, guiado por la palabra para llegar al encuentro personal con Cristo, que lleve al seguimiento de una comunidad, de modo que el creyente esté capacitado para transformar el mundo: Catequesis mistagógica. El discipulado es un don destinado a crecer a través del conocimiento, amor y seguimiento de Cristo. Debe tener como centro la persona de Cristo, espíritu de oración amor a la Palabra, practica de la confesión y participación de la Eucaristía, inserción en la comunidad eclesial, cordial y solidariamente.
Es en la parroquia donde se asegurará la iniciación cristiana, donde los bautizados
escuchando el Kerigma quieran abrazar la fe; para lo cual es necesaria una renovación de la modalidad catequística.
6.3.3 Catequesis permanente
295 -300. La catequesis actual ha progresado. Ha crecido el tiempo de preparación para los sacramentos, tanto las familias como los pastores la valoran, hay muchas personas catequistas, sin embargo debe mejorarse la formación teológica y pedagógica para lo cual es necesario una identificación y preparación más completa. Los obispos están comprometidos en èsto.
La catequesis tiene que ser permanente y no ocasional: además será una verdadera escuela de formación integral, que garantice la amistad con Jesús, la oración, la vivencia y el compromiso apostólico; que acompañe la fe presente en la religiosidad popular.
6.4 Lugares de formación para los discípulos misioneros.
6.4.1. La familia, primera escuela de fe
302 -303. La familia patrimonio de la humanidad, es espacio y escuela de comunión de fe. Está llamada a llevar a los hijos a la iniciación cristiana y acompañarlos en la elaboración de su proyecto de vida como discípulos, éstos tienen el derecho de contar con el padre y la madre para que cuiden de ellos y vivir en una familia unida.
6.4.2 Las parroquias
304 – 306. Las parroquias son lugares privilegiados para tener una experiencia concreta de Cristo y de su Iglesia, en forma personal y comunitaria, dándose especialmente en la Eucaristía dominical, irradiando su misión a su alrededor.
6.4.3. Pequeñas comunidades eclesiales
307-310. Estas comunidades, son espacios propicios para escuchar la palabra de Dios y vivir la fraternidad, con diversas metodologías, profundizan y fortalecen la fe. Es necesario suscitar en ellas una espiritualidad sólida de manera que sean fuente de vocaciones al sacerdocio, a la vida religiosa y al apostolado.
6.4.4 Los movimientos eclesiales y nuevas comunidades
311-313. Constituyen un valioso aporte a la misión de la Iglesia, porque llegan a personas alejadas donde la iglesia no está presente, debemos respetar sus carismas y su originalidad procurando que se integren plenamente a las diócesis, dando acogida especial a los movimientos reconocidos por la Santa Sede.
6.4.5 Los seminarios y casas de formación religiosa.
314-327. La pastoral vocacional, es importantísima y es fruto de una sólida pastoral de conjunto: en las familias, en la parroquia y en las escuelas católicas. Tenemos pocas vocaciones por lo que es urgente hacer un llamado a todos los cristianos y especialmente a los jóvenes para responder con generosidad al llamado de Dios.
El seminario es escuela y casa para la formación de discípulos y misioneros, quienes por el esfuerzo, de sus formadores a través de su preparación, testimonio y acompañamiento
forman a los futuros sacerdotes, superando la influencia negativa de la cultura pos-moderna. El proyecto formativo de los seminaristas debe ser integral: humano, espiritual, intelectual y pastoral; centrado en Jesús y en un tierno amor filial a María; deberá ponerse énfasis en la formación humana hacia la madurez, en un clima de sana libertad y responsabilidad personal; al mismo tiempo que ofrecerá una formación seria y profunda en el campo de la filosofía, ciencias humanas, teología y misionología.
Es indispensable confirmar que sean capaces de asumir las exigencias de la vida sacerdotal; los que provienen de familias pobres o indígenas requieren de una formación inculturada. El proceso de formación atraviesa todas las etapas de la vida y asegura la calidad de discípulo y misionero.
6.4.6 La educación católica
328-330. En la educación actual se observa un reduccionismo antropológico, que da prioridad a la producción, la competitividad y el mercado. Es necesario pues ver el auténtico fin de la escuela que es la formación y promoción integral de la persona, poniendo de relieve la dimensión ética y religiosa de la cultura, humanizando y personalizando al hombre.
6.4.6.1. Los centros educativos católicos
331-340. La educación cristiana tiene como fundamento y término a Cristo, que es capaz de transformar su vida, que se abre al ser humano y a Dios y puede anunciar a Jesucristo. Está centrada en la persona humana capaz de vivir en comunicad haciendo de las Bienaventuranzas la norma de su vida. La meta de la escuela católica es conducir a niños y jóvenes al encuentro con Cristo vivo: Camino, verdad y vida, colaborando en la construcción de los mismos. La escuela católica, está llamada a una renovación constante, educando en la fe, integral y transversalmente en todo el currículo.
La libertad de enseñanza es un derecho y deber de los padres, que implica una obligación y expresa libertad, debe ser garantizado por el estado.
6.4.6.2 Las universidades y centros superiores de educación católica
341 -346. La universidad católica constituye un vital testimonio de orden institucional de Cristo y su mensaje, muy importante dentro de la cultura de secularismo actual. Su misión evangelizadora se lleva a cabo a través de la investigación a la luz del mensaje cristiano que desarrolla con fidelidad ya que su responsabilidad es evangélica. El diálogo de fe y razón, fe y cultura, se dará en todo el personal que labore en ella. Se hace necesaria una pastoral universitaria, que acompañe la vida de los miembros de esta comunidad. Debe procurar una presencia cercana y dialogante con otras universidades públicas y centros de estudio.
Últimamente han surgido institutos de teología y pastoral que son espacios de diálogo, discusión y búsqueda de la verdad. Es necesario fomentar el estudio y la evangelización teológica y pastoral. Se valora y agradece el servicio de todas estas instituciones de educación en la promoción humana y evangelización.
OPINIÓN
En esta segunda parte con mucha caridad se ha estudiado la misión y el anuncio del discípulo misionero, bendiciendo a Dios por todos sus dones. El estudio de la vocación y comunión de los misioneros a la luz de la Palabra nos dan el marco donde se realiza y se cumple la evangelización. Así mismo el proceso formativo de los discípulos misioneros ha sido estudiado y enriquecido por la propuesta de los Santos Padres. Es realmente alentador y causa de gozo este trabajo que fortalecerá el anunció y la vivencia de Jesucristo.
Tercera Parte
7
LA VIDA DE JESUCRISTO PARA NUESTROS PUEBLOS
LA MISION DE LOS DISCÍPULOS AL SERVICIO DE LA VIDA PLENA
347. La iglesia peregrinante es misionera por naturaleza.
7.1 Vivir y comunicar la vida nueva en Cristo a nuestros pueblos.
348-352. La gran novedad es que Jesús nos hizo partícipes de la vida divina y saber que el Padre nos ama, que somos hijos suyos: anuncio del kerigma. Por el bautismo renacemos a la vida en Cristo, somos discípulos y misioneros y cuando perdemos esta calidad la recuperamos por la reconciliación y conversión. Estamos llamados a ser santos.
7.1.1 Jesús al servicio de la vida
353-354. Jesús, nos comunica su vida y se pone al servicio de la vida: sana a los enfermos, dignifica, libera, alimenta, se relaciona con pecadores, invita a la reconciliación, al amor a los enemigos y la opción por los pobres.
En la Eucaristía nos da el alimento para el camino.
7.1.2 Variadas dimensiones de la vida de Cristo
355-357 Jesús nos dice que ha venido para darnos plenitud de vida. Vida al ser humano entero, en su dimensión personal, familiar, social y cultural: para ello debe operarse en nosotros un cambio que nos transfigure y manifestaremos la verdadera vida, que es alegría, progreso, trabajo, placer y todas las cosas que el Padre nos regala. El consumismo, es todo lo contrario porque oscurece el sentido de la vida y la degrada. Jesucristo nos ofrece mucho más de lo que esperamos.
7.1.3 Al servicio de una vida plena para todos
358-359. El reino de vida que Cristo vino a traer es incompatible con la miseria, el abandono y el dolor que vive mucha gente, debemos defender la vida del reino, porque el que ama, no permanece en la muerte, trabajar para suprimir las graves desigualdades sociales: La vida es comunión fraterna y justa, queremos una vida digna para todos.
7.1.4. Una misión para comunicar vida
360 -364. La vida madura se alcanza a medida que se entrega para a dar vida a otros, esto es misión, el reino de Dios es reino de vida plena para todos. Si poseemos esta vida tenemos que comunicarla irradiarla, esperamos un nuevo Pentecostés que nos libere de la fatiga, la desilusión y la acomodación al ambiente. El anuncio tendrá a la Eucaristía como fuente de toda actividad misionera y a María como un modelo de discípula misionera.
7.2. Conversión pastoral y renovación misionera de las comunidades
365-372. Todos los fieles debemos con decisión y fuerza participar de la renovación misionera y abandonar las estructuras que no favorezcan la transmisión de la fe. La conversión personal debe ser el punto de partida para asumir este reto.
No se puede prescindir de nuestro contexto histórico, éste supone desafíos en la misión de construir el reino, por eso debemos ser fieles al Espíritu Santo y ser dóciles a reformas institucionales, pastorales y espirituales, en una actitud de apertura, de diálogo y participación como lo hicieron las primitivas comunidades cristianas. La pastoral hoy debe ser decididamente misionera que sale al encuentro y acoge y atiende las exigencias del mundo de hoy, en este contexto la participación de los laicos es importantísima.
Se recomienda la sectorización de las parroquias, la creación de comunidades de familias, la difusión del voluntariado misionero, que conduzcan a una mejor evangelización.
7.3. Nuestro compromiso con la misión ad gentes
373-379. Queremos ser continuadores de la misión de Cristo, discípulos misioneros llevando hasta los confines de la tierra la buena nueva conscientes de la presencia del Espíritu Santo en tierras de misión. Misioneros sin fronteras dispuestos a ir “a la otra orilla” abiertos a todas las culturas, con capacidad de diálogo y contacto humano. Estimularemos el apoyo y organización de centros misioneros nacionales, que trabajen en colaboración con las obras misionales pontificias.
Es anhelo de esta V Conferencia, que muchos discípulos de nuestras iglesias, vayan y evangelicen.
8
REINO DE DIOS Y PROMOCIÓN DE LA DIGNIDA HUMANA
380-381. La buena nueva de Jesucristo tiene una destinación universal y abarca todas las dimensiones de la existencia de las personas y de los pueblos, por eso toda la aventura humana viene de Dios y clama por Dios.
8.1. Reino de Dios, justicia social y caridad cristiana.
382-386 El Reino de Dios se hace presente en Jesús, en él somos hijos del Padre. Señal de su presencia, es la vivencia de las Bienaventuranzas, la evangelización de los pobres y el cumplimiento de la voluntad. Asumimos las tareas del Reino contribuyendo a la dignificación de todo ser humano. El amor de misericordia junto con estructuras nuevas acompañadas de una verdadera justicia social irá elevando el nivel de vida de los ciudadanos. La iglesia, comunicará la vida de Jesucristo a todos, por medio de la Palabra, los Sacramentos y el amor.
8.2 La dignidad humana
387-390. Anunciamos el valor supremo del hombre y la mujer. El amor de Dios y el hecho de poner la creación a su servicio, manifiesta la dignidad de la persona humana e invita a respetarla. La misión para que los pueblos tengan vida en Cristo, manifiesta el sentido, la fecundidad y la dignidad de la vida humana, que está llamada a ser plena y feliz. Fieles al Evangelio, proclamamos la verdad sobre el ser humano y la dignidad de toda persona humana.
8.3 La opción preferencial por los pobres y excluidos
Nuestra fe en Jesucristo, Dios hecho hombre, nos lleva a una opción preferencial por los pobres de América Latina “los rostros sufrientes de los pobres son rostros sufrientes de Jesucristo”, ellos interpelan a la iglesia. Nuestra fe nos lleva a la solidaridad, hermandad y servicio, hacer abogada de la justicia, defensora de los pobres y exige que los profesionales católicos responsables de las finanzas de las naciones estén atentos a esta situación.
Nos comprometemos a trabajar por los pobres, incluso hasta el martirio, con una actitud permanente manifestada en opciones y gestos concretos evitando del paternalismo que nos lleve a la amistad con los pobres.
8.4 Una renovada pastoral social para la promoción humana integral
399- 405 La promoción humana y la auténtica liberación, debe ser integral, promoviendo a todos los hombres y a todo hombre desde la vida nueva en Cristo, a la luz de la doctrina social de la Iglesia, el evangelio y la solidaridad, mediante la pastoral.
La globalización, da lugar en nuestros pueblos a nuevos rostros pobres y excluidos. La Iglesia, debe acoger y acompañar. La pastoral con creatividad debe diseñar acciones concretas, con ayuda de distintas instancias y organizaciones. Invocamos a los empresarios por un trabajo digno que facilite y promueva una sociedad juta, con bien estar y paz. La mayor pobreza es la de no reconocer la presencia de Dios y de su amor en la vida del hombre.
8.5 Globalización de la solidaridad y justicia internacional
406. Asumiendo su responsabilidad en este continente, la Iglesia debe formar y sensibilizar, respecto a la justicia internacional, especialmente a los laicos. Proponemos lo siguiente: a) Apoyar la participación de la sociedad civil en la rehabilitación ética de la política. b) Formar en la ética cristiana: logro del bien común c) Trabajar por este fin, es promover una justa regulación de la economía, finanzas y comercio mundial. Examinar atentamente los tratados gubernamentales y otras negociaciones del comercio libre y alertar. e) Llamar a todos a la práctica del bien común, la solidaridad, subsidiaridad, intergeneracional e intrageneracional.
8.6 Rostros sufrientes que nos duelen
8.6.1 Personas que viven en las calles en las grandes urbes
407-410. Es necesario que la Iglesia los incluya en proyectos de participación y promoción de manera que ellos mismos sean sujetos de su inserción social, buscando caminos nuevos y creativos. Pedimos a los gobiernos atención para estos seres humanos, para que eliminen las causas de esta situación. Es deber del estado idear una política inclusiva de las personas de la calle; la violencia, nunca será solución.
8.6.2 Migrantes
411-416. Hoy asistimos a un fenómeno de movilidad muy grande en América Latina y el Caribe, la Iglesia como madre sin fronteras, debe acompañar a estos hijos suyos a través de una pastoral que les de acogida, apoyándolos en su religiosidad y valorando sus expresiones culturales; denunciando proféticamente los atropellos que sufren. Debe tener presente a los desplazados por la violencia. Las remesas enviadas de países desarrollados por los inmigrantes latinoamericanos son una muestra de sacrificio y amor a sus familias y patrias de origen.
8.6.3 Enfermos
417-421. La iglesia, ha hecho una opción por la vida, la pastoral de la salud, es la respuesta al sufrimiento y la muerte, a la luz de la muerte y resurrección del Señor, frente a una cultura, donde no cabe la muerte y se trata de ocultarla. La maternidad de la Iglesia se manifiesta en las visitas, compañía, trato cariñoso a los enfermos, a través de los profesionales y voluntarios católicos, dando prioridad a los enfermos de VIH. Al mismo tiempo es necesario hacer prevención y educación, pedimos a los gobiernos acceso gratuito a los medicamentos para esta enfermedad.
8.6.4 Adictos dependientes
La labor de la Iglesia se centra en: prevención, acompañamiento y sostén de las políticas gubernamentales para reprimir esta pandemia que asota el mundo entero, promoviendo una lucha frontal contra el consumo y tráfico de drogas y denuncia la comercialización de la misma. La ciencia ha indicado la religiosidad como un factor de protección y recuperación para el usuario.
Es responsabilidad del estado combatir esta situación legalmente, así mismo le alentamos que junto a la sociedad civil y la Iglesia acompañe a estas personas.
8.6.5 Detenidos en cárceles
427-430. La violencia producto de injusticias y otros males induce a una mayor criminalidad por lo que muchas personas se encuentran en cárceles, caracterizadas por el comercio de armas, drogas, torturas, etc. Es necesario que los estados se ocupen del sistema de justicia y la realidad carcelaria, en todos sus aspectos. La Iglesia, agradece a los capellanes y voluntarios que trabajan en los recintos carcelarios y recomienda a las Conferencias Episcopales y diócesis fomentar una pastoral penitenciaria.
9
Familia personas y vida
431.
9.1 El matrimonio y la familia
432-437. Hoy la familia está afectada por difíciles condiciones de vida, los discípulos y misioneros deben trabajar para transformar esta situación. El Sacramento del matrimonio, funda la familia cristiana a partir de la cual se despliega la paternidad y la fraternidad. La familia es imagen de Dios que en su misterio íntimo es una familia. La pastoral familiar, promoverá la cultura de vida y los derechos de la familia, impulsando acciones como: a) Comprometer a otras pastorales y asociaciones matrimoniales. B) Impulsar proyectos de familia c) Renovar la preparación para el matrimonio d) Promover políticas y leyes a favor de la vida, el matrimonio y la familia. E) Impulsar la educación integral de la familia f) Impulsar centros parroquiales, con una pastoral hacia la familia. G) Establecer programas para la paternidad responsable. H) Estudiar crisis familiares. J) Acompañar con prudencia y amor compasivo a las parejas que viven en situación irregular. K) Procurar tribunales eclesiásticos accesibles en caso de nulidad matrimonial l) Ayudar en la adopción de niños huérfanos. m) Organizar casas de acogida para niñas y adolescentes embarazadas. N) Atender a las viudas y los niños.
9.2 Los niños.
438-441. La niñez, tiene una acción prioritaria de la iglesia, de la familia y del estado. Son don y signo de la presencia de Dios en el mundo. La situación de pobreza, violencia, abuso por la que atraviesa una gran cantidad de la niñez requiere de especial atención y cuidado.
La niñez, es una etapa maravillosa para la transmisión de la fe, proponemos a este respecto lo siguiente: a) Inspirarse en la acogida de Jesús para con los niños. B) Establecer departamento o sección de niñez. C) Promover reconocimientos de la niñez
d) Tutelar su dignidad y derechos.. e) Apoyar experiencias pastorales, f) Estudiar y considerar pedagogías en la fe de los niños. G) Valorar la capacidad misionera de los niños, fomentar la infancia misionera y promover investigaciones sobre la niñez.
9.3 Los adolescentes y jóvenes
442-446. Es necesario impulsar la pastoral de los adolescentes que garanticen su perseverancia y su crecimiento en la fe, puesto que ellos buscan una experiencia de amistad con Jesús. En nuestro continente constituyen la mayoría de la población y un gran potencial del presente y del futuro. Muchos de nuestros jóvenes atraviesan situaciones de pobreza, de exclusión y alienación, son presa fácil a nuevas propuestas religiosas o seudo religiosas. La crisis familiar, también los afecta así como una educación de baja calidad y el uso indiscriminado de la comunicación virtual.
Sugerimos lo siguiente: a) Renovar la unión con la familia. b) Alentar los movimientos eclesiales de evangelización a los jóvenes. c) Proponerles el encuentro con Jesucristo vivo y su seguimiento en la iglesia,d) Privilegiar la pastoral de la juventud, e) Esta pastoral los ayudará para la acción social y política. f) Promover la capacitación para el trabajo. g) Procurar sintonía entre el mundo juvenil y el del adulto. h) Asegurar la participación de jóvenes, en jornadas, peregrinaciones, etc.
9.4. El bien de los ancianos.
447-450. Los ancianos, construyen el futuro de los pueblos, con su experiencia y la sabiduría de sus vidas, les debemos respeto y gratitud, compañía y atención por parte de la familia, del pueblo y nación, sin embargo son a menudo olvidados y hasta marginados.
La sociedad no puede considerarlos una carga; exhortamos al diseño de políticas sociales justas y solidarias que atiendan sus necesidades. La Iglesia procura su atención ayudándoles a vivir el seguimiento de Cristo en su actual condición.
9.5 La dignidad y participación de las mujeres
451-458. Según la antropología cristiana, la dignidad entre hombre y mujer es igual. Jesús reivindicó de muchas formas la dignidad de la mujer. La relación entre mujer y varón es de reciprocidad y colaboración mutua.
Lamentamos que mujeres de toda condición no sean valoradas en su dignidad, es urgente, escuchar este clamor, que denuncia exclusión y violencia especialmente de las más pobres, indígenas y afroamericanas.
Urge valorar su maternidad y su calidad de primeras trasmisoras de la fe y colaboradoras de los pastores. Es necesario favorecer el desarrollo de su identidad femenina, en reciprocidad y complementariedad con la del varón.
9.6 Responsabilidad del varón y padre de familia.
459 – 463. El varón desde su especificidad, está llamado por Dios a la construcción de la sociedad, de la cultura y de la historia y a formar una familia. A pesar de su calidad de bautizado el hombre de América Latina se ha sustraído de su compromiso de discípulo y misionero.
Muchos varones se sienten exigidos familiar, laboral y socialmente, no valorados sino de acuerdo a su aporte material, por lo tanto expuestos al poder desintegrador de la cultura actual; la Iglesia a este respecto propone una atención pastoral especial para el padre de familia.
9.7 La cultura de la vida: su proclamación y su defensa.
464-469. La vida es un regalo de Dios, don y tarea que debemos cuidar desde la concepción hasta la muerte natural. La globalización influye en la ciencia y sus métodos, con ausencia de la ética, la Iglesia a través del evangelio promueve el diálogo entre la ciencia y la fe y defiende la vida, especialmente del que no tiene voz, denuncia el aborto, la eutanasia, la manipulación genética, la pena de muerte, la mortalidad infantil.
Promueve acciones que posibiliten la paz y la fraternidad en contraposición con el lucro la eficacia y la insensibilidad ante el sufrimiento ajeno.
9.8 El cuidado del medio ambiente
470-475. Damos gracias por el don de la creación, reflejo de la sabiduría y belleza del creador y exhortamos hacer uso de ella con cuidado y delicadeza. En América Latina pedimos que los recursos humanos no sean intervenidos y arrasados irracionalmente, pues son fuentes de vida de muchas poblaciones. La Iglesia agradece y valora el trabajo de gente comprometida y de los indígenas en relación al respeto a la naturaleza y amor a la madre tierra. Denunciamos la devastación, explotación irracional en nuestra región y exigimos políticas de defensa, especialmente de la Amazonía, de mucha importancia para la humanidad.
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Nuestros pueblos y la cultura
10.1 La cultura y la evangelización
476 – 480. Las distintas formas de cultura de nuestro continente, en su encuentro con la fe, se han enriquecido y desarrollado, buscando la verdad que es Cristo. La fe en Dios ha animado la vida y la cultura. Con la inculturación de la fe, la Iglesia se enriquece con nuevas expresiones y valores, manifestando mejor el misterio de Cristo; sin embargo este patrimonio cultural confrontado con la cultura actual, se encuentra desorientado, compete a la Iglesia denunciar lo negativo y presentar a la persona humana como el centro de la vida cultural, reconociendo su dignidad y su vocación de hijos de Dios, llamados a vivir la fe en Jesucristo, en solidaridad, amor y servicio.
10.2 La educación como bien público
481-483. No podemos ignorar la misión del estado en la educación, el cual debe reconocer que la apertura a la trascendencia es una dimensión de la vida humana, por lo cual la formación integral de la persona, reclama la inclusión de contenidos religiosos. La iglesia, procura acompañar a las escuelas públicas en su formación religiosa y agradece a los profesores de religión de tales escuelas.
10.3 Pastoral de la comunicación social
484-490. En estos tiempos de renovación tecnológica y de gran influencia de la comunicación social, el anuncio, la catequesis, el ahondamiento de la fe, no puede prescindir de estos, por los que nos comprometemos a acompañar a los comunicadores, de diversas formas: conociendo, valorando, promoviendo, estando presente y educando
en la comunicación social.
La internet, una maravillosa invención de la técnica, debe ser usada con una clara conciencia de sus fortalezas y debilidades.
Los medios de comunicación no sustituyen las relaciones personales, ni la vida comunitaria. La iglesia, estimulará, la creación de puntos de red a fin de superar la exclusión digital.
10.4 Nuevos areópagos y centros de decisión.
491-500. Felicitamos a discípulos y misioneros en Jesucristo que: en el areópago de la cultura, de la ciencia y de las relacionales internacionales dan testimonio de su fe y su compromiso con los pobres.
Urge una tarea de formación de pensadores comprometidos con su fe, que estén en los niveles de decisión; así mismo de misioneros en la pastoral de turismo. La iglesia proclama, que la fe, no es irracional y valora los espacios de diálogo entre fe y ciencia.
Dios, suma verdad es también suma bondad y belleza, por eso la iglesia valora el trabajo de artistas, técnicos, científicos, etc. Para comunicar los valores evangélicos debemos considerar la forma de presentarla. Convocamos a nuestras universidades católicas para crear diálogo entre la Iglesia y los formadores de opinión. Es fundamental que las celebraciones litúrgicas estén impregnadas de elementos artísticos, así como la catequesis de niños adolescentes y adultos.
10.5 Discípulos y misioneros en la vida pública.
501-508. La realidad actual nos muestra ausencia de iniciativas de líderes católicos coherentes con sus convicciones, que denuncien agresiones a la vida, de exclusión, de corrupción, de relativismo ético, de un laicicismo exacerbado, que rechaza la presencia de la iglesia, sin embargo la Iglesia, no dejará de preocuparse por el bien común. Exhortamos a los laicos a ser coherentes con su fe y su vida en el ámbito político, económico y social y al conocimiento de la doctrina social de la iglesia. Urgimos de la integridad moral de los políticos y acompañamos a los constructores de la sociedad.
10.6 Pastoral urbana
509-519. Las grandes ciudades están impregnadas de la cultura contemporánea , compleja y plural, donde se dan transformaciones socioeconómicas, culturales, políticas, etc. que impactan en la vida de los hombres. En ella conviven todas las categorías sociales, junto con binomios culturales contrapuestos. La fe nos dice que Dios vive en la ciudad, a pesar de las sombras, violencia, pobreza, lujo, exclusión, debemos buscar y contemplar su rostro que nos invita a la fraternidad y a la solidaridad universal, de manera que logremos construir “ la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén” donde la vivencia de la palabra y de la Eucaristía, el servicio especialmente a los pobres sea una realidad.
La V Conferencia propone una nueva pastoral urbana, con recomendaciones precisas, igualmente propone que los discípulos y misioneros desarrollen esa pastoral bajo precisas condiciones. Propone también una renovada pastoral rural
10.7 Al servicio de la unidad y de la fraternidad de nuestros pueblos.
520-528. Ante los desafíos de hoy, América Latina, debe responder con la integración,
de manera que unida y reconciliada pueda enfrentarlos con la ayuda de la Iglesia que es Sacramento de unidad del género humano, ya que tiene el modelo de la unidad Trinitaria.
La dignidad de reconocernos como una familia latinoamericana y caribeña, implica proximidad, fraternidad y solidaridad: somos una gran patria de hermanos, con una casa común. Por ello proponemos reanudar con vigor la evangelización de la cultura de nuestros pueblos y de los diversos grupos étnicos, con la ilusión en Cristo, de incorporar “todas las sangres”, superando desigualdades y marginaciones.
10.8 La integración de los indígenas y afroamericanos
529-533. Como discípulos de Jesucristo, reconocemos su presencia en los pueblos indígenas de América y los acompañamos en el fortalecimiento de sus identidades y organizaciones, en la defensa de su territorio, de sus derechos y de una educación intercultural bilingüe. La Iglesia cuidará de los intentos de desarraigar la fe en sus ambientes.
La Iglesia reconoce también al hombre afroamericano y su cultura, que nos interpela y pide una respuesta, por lo que debemos conocer sus valores culturales, su historia y tradiciones y abrir un diálogo fraterno y respetuoso con ellos a la luz de nuestra fe. Denuncia la discriminación y el racismo y propone oportunidades en todos los ámbitos especialmente en educación, para el hombre afroamericano.
10. 9 Caminos de reconciliación y solidaridad.
533- 546. La iglesia debe educar y conducir a la reconciliación con Dios y los hermanos, cicatrizando heridas, evitando polarizaciones, favoreciendo todo lo que conduzca a la reconciliación y amistad, por los caminos de la esperanza, que nos conduzcan a la civilización del amor. Para ello es necesario un consenso moral de la sociedad sobre los valores fundamentales
En al corazón de las personas se forjan las auténticas transformaciones, por ello la Iglesia alienta la reconstrucción de la persona y de sus vínculos de pertenencia y convivencia, promoviendo una cultura de amistad, gratuidad y del compartir.
La Iglesia colabora con las democracias frágiles, promueve la paz, y educa. Asume plenamente la radicalidad del amor cristiano, concretado en el seguimiento de Cristo.
Reafirma la importancia del CELAM, como una instancia profética, para la unidad de los pueblos latinoamericanos y caribeños.
Urge a la creación de un fondo de solidaridad entre las iglesias de nuestra región que esté al servicio de las iniciativas pastorales, a ejemplo de las primeras comunidades cristianas.
Nos alienta el mensaje del Santo Padre ante estos desafíos.
